miércoles, 29 de junio de 2011

DIVENIRE

      
       He estado retrasando este momento, pero hoy he de hacer esta introducción y empezar a colgar en este blog todo lo que me ha ido llegando a lo largo de los últimos meses; que es mucho. En realidad hace más de un año que se abrió con vocación de ser un “lugar de encuentro para todas las personas ligadas de una u otra forma a la Institución Penitenciaria Española”. Respetuosamente abierto a todas las opiniones al tiempo que implacable en el respeto a la libertad de expresión de quienes tengan algo que decir; pero sobre todo para los que han estado o están privados de ella o “encuentran problemas y barreras de todo tipo” para expresar aquello que les suele reventar el cerebro: la injusticia y la crueldad.
       Empezaré por dar algunas explicaciones. El blog se llama “Carceleros” por muchos motivos pero el más importante es que: en sus manos (en las de todos los agentes del sistema que trabajan en las penitenciarías) está ese poder de impedir que la justicia o injusticia aplicada o consentida en los juzgados no se convierta en una doble penalidad para aquellos que la sufren, y que la crueldad no sobrepase los límites de lo humanamente soportable. Siempre teniendo en cuenta y en honor a la verdad que no son los “carceleros” quienes firman las órdenes de prisión ni las de libertad. “Sólo” son los encargados de administrar uno de los monopolios o recursos exclusivos del Estado, del sistema (que viene a formar parte del monopolio del uso de la violencia), el último y el más terrible de ellos: el punitivo
       El 19 de noviembre de 2009 publiqué un artículo titulado “Declaración de Principios” y lo firmé como A.V.de B. Sigue siendo mi declaración de principios y “AVdeB” la firma que llevará todo lo que yo escriba para este blog. Porque casi nada ha cambiado y lo que ha cambiado viene a confirmar lo que en ese artículo se “revela” acerca del sistema. Fue escrito en parte desde la óptica y el recuerdo de lo que Aldous Huxley escribió en el 1932 para su libro “Un Mundo Feliz” y finalmente desde la mía, que está condicionada (podría decir: inspirada en la distopía) por lo que escribió Huxley (Un Mundo Feliz), Orwell (1984) y Ray Bradbury (Fahrenheit 451); pero también por los escritos, historias y filosofías de Marco Aurelio, Franz Kafka, Niccoló Machiavelli, Philip Zimbardo, Heródoto, Baruch Spinoza, Descartes y Platón. Que tanto influyeron en mi vida
       No atados por esa declaración de principios; se publicarán artículos y series de artículos, escritos por otras personas siempre “estrechamente ligadas” al ámbito penitenciario español y cada cual firmará como quiera. Sólo se les pide que los artículos estén protegidos con licencias tipo: BSD, GPL, Creative Commons o cualquier otra no propietaria, restrictiva o ligada de alguna forma a cualquier sociedad de gestión de derechos de autor, española.
       No se trata de una exigencia. Pero creo la libertad de expresión estará siempre mejor protegida por ese tipo de licencias. En principio, sólo yo estaré informado de la identidad de todos los colaboradores (por si en algún momento se requiere judicialmente “al blog”). En esos casos los autores y yo decidiremos si se facilitan datos personales o me reservo el derecho de no revelar las fuentes y apechugo con las consecuencias. Cosa que ocurrirá “por defecto” siempre que el autor esté aún en prisión.
       La primera serie se llamará “Divenire”. El autor es un varón de ascendencia kurda/turkiya/armenia, educado por musulmanes en Turquía y emigrado, primero a Italia en los años 80 debido a la persecución de los Kurdos y después a España. Me ha pedido que de momento no aparezca su nombre y que en su lugar, el encabezamiento para todos los capítulos sea la “sura 15:9 del Qun'an”. Aparecerá enmarcada en árabe y la traducción literal es: “Nosotros hemos hecho descender el recuerdo y somos sus guardianes”. Para él estas palabras tienen, además del religioso, otro significado:


       “De nosotros, los condenados, los convictos, los olvidados, depende guardar el recuerdo de lo que hemos vivido y si podemos, transmitirlo como única forma de sensibilizar a la sociedad acerca de la injusticia y la crueldad, tan habitual en las cárceles. Que no son otra cosa que un reflejo de la misma sociedad que las mantiene, alimenta y retro-alimenta. No más silencio


       Y al usarlas cumple, además, una promesa. En este blog se respetarán siempre las creencias religiosas de las personas. Contará el verdadero significado de eso que le LOGP denomina “reinserción social”. En  su caso, como nada se hizo antes en ese sentido (pocas veces se hace algo...), una vez alcanzada la libertad, después de “diez años de pena y penalidades” vividas en más de media docena de cárceles españolas.
       Actualmente el autor vive “fuera de España...” los primeros meses en libertad intentando reconstruir algo de lo que era su vida hace diez años. Rehacer sus relaciones familiares y sociales y, sobre todo: “hacerse con un mundo nuevo” que se parece poco a aquel del que fue arrancado hacia los infiernos*. Recuperar los sabores, los olores, el tono físico y un mínimo de equilibrio psicológico.
       Su lengua materna es el árabe. Y aunque conoce perfectamente el armenio, el turco, el kurdo; y habla español y alemán con soltura; no se encuentra cómodo escribiendo en castellano. Escribe en árabe, porque piensa en árabe. Y esto representa una dificultad añadida para traducir correctamente el sentido de lo que quiere contar. Obtuvo la nacionalidad española en agosto de 1994. Pero en las cárceles españolas siempre fue tratado como un extranjero de piel oscura y asimilado al grupo de musulmanes (mayoritariamente marroquíes y argelinos). Grupos étnicos muy alejados de su origen. Prejuicios y perjuicios del sistema, o quizá poca cultura y menos ganas de escuchar por parte de sus agentes. Durante bastantes meses dieron por hecho que no sabía hablar castellano y que era “un moro más”, aunque vivía y trabajaba en Madrid desde 1989.

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